Diferencia entre Pulmonía y Neumonía

La salud del sistema respiratorio humano es fundamental para poseer un  alto nivel de calidad de vida, pero con los agentes contaminantes a los que constantemente estamos expuestos a nuestro alrededor, cada vez se hace más difícil mantenerlo así.

Es importante mantener un estilo de vida saludable para garantizar, dentro de lo posible, el buen funcionamiento de nuestro organismo. Pero en caso de presentar alguna dolencia o síntoma fuera de lo normal, es necesario tomar las medidas más adecuadas para evitar complicaciones, que si se descuidan, pueden tener consecuencias fatales.

¿Qué es la Pulmonía?

La pulmonía es la enfermedad que afecta a los pulmones o las vías respiratorias. Antiguamente en la rama de la medicina, este término era utilizado para referirse a las infecciones respiratorias que podían ser causadas por diferentes microorganismos, entre los cuales están los virus, hongos, bacterias e incluso puede ser producido por inhalación de sustancias químicas. Sin embargo con el paso del tiempo el uso de la palabra pulmonía se ha eliminado dentro del área de la salud y la medicina, por lo que hoy en día es empleada entre la población común que no está al cabo de saber que el uso de la palabra actualmente es erróneo, pues a la inflamación de los pulmones se le conoce como neumonía y las afecciones de las vías respiratorias tienen nombres como bronquitis, laringitis, faringitis, amigdalitis, entre otras, todas ellas determinadas por el sitio específico en donde se presenta el malestar.

¿Qué es la Neumonía?

La neumonía es el término que se emplea para señalar la inflamación de uno o ambos pulmones producto de bacterias, virus u hongos que entran al organismo y se alojan en los pulmones, provocando una infección del tejido pulmonar.

Los síntomas de un caso típico de neumonía puede subseguir a un ligero resfriado o a una enfermedad infecciosa, pero también puede presentarse de súbito sin previo aviso. En su fase inicial, da fuertes escalofríos y sigue un dolor punzante en los costados y en el pecho, acompañado de expectoración de esputos y dificultad para respirar. El pulso se acelera, sube la fiebre de forma abrupta lo que desencadena debilidad y malestar general, con dolor de cabeza, náuseas, vómitos y en ocasiones se presenta diarrea.

Medidas de Prevención

Las medidas de prevención son formas básicas de mantener una vida saludable, que incorporándolas en nuestra rutina diaria, no sólo nos servirán para evitar el contagio de enfermedades respiratorias, sino también otras que pudiesen afectar nuestro organismo. Entre las medidas más comunes están:

  • Evitar la acumulación de polvo en el lugar donde vives y en el sitio de trabajo.
  • Mantente alejada de personas con síntomas de gripe o con afecciones respiratorias.
  • Lavarse las manos con frecuencia y evitar llevárselas a la cara, para evitar el contacto con las vías respiratorias.
  • No fumes.
  • Lleva una alimentación balanceada.
  • Realiza ejercicios con regularidad.
  • Visita al médico anualmente para un chequeo de rutina y pregunta por las vacunas para proteger el sistema inmunológico.

Cabe destacar que algunas personas son más propensas a desarrollar más rápidamente la infección, en cuyo caso el riesgo mortal que representa ésta enfermedad es bastante alto, como lo son las personas con edades superiores a los 65 años, los niños menores de 2 años, quienes tengan debilidad en el sistema inmunitario, sufran de insuficiencia cardíaca o tengan historial de problemas pulmonares crónicos; de igual forma, aquellos que reciben quimioterapia o algún otro tratamiento que inhibe el sistema inmunológico. En estos casos, el cuidado debe ser superior, con el uso de mascarillas, hospitalización y tratamientos complementarios permanentes para evitar mayores complicaciones.

El tratamiento para las personas que han sido diagnosticadas con neumonía es el uso de medicamentos para combatir lo que originó la infección, si es bacteriana será a través del uso de antibióticos, en cambio si es producto de un virus, se emplearán antivíricos; esto lo determinarán los exámenes previos que sirvieron para realizar el diagnóstico. El reposo es fundamental para ayudar al organismo a recuperarse y evitar el contagio a otros; así como también, es necesaria la ingesta de abundante líquido.

Diferencia entre Pulmonía y Neumonía

Básicamente, los términos de pulmonía y neumonía refieren a lo mismo, que es la inflamación de uno o ambos pulmones que puede ser producido por varias causas; sin embargo la principal diferencia es que, la palabra pulmonía ya no es utilizada y de hecho, su uso en el campo de la medicina es considerado erróneo. Por lo que, la manera correcta de nombrar ésta enfermedad es con el término de neumonía.